Los museos son imágenes

A lo largo de su historia, las instituciones culturales se han centrado en desarrollar la mayor información académica posible en torno a sus colecciones y sus exposiciones. Y esto se ha reflejado en la producción de textos en diferentes formatos: catálogos de consumo interno para que los trabajadores de la institución manejen la información de la colección, documentos de consulta para investigadores, material destinado a los visitantes, e incluso libros y catálogos sobre temáticas generales y particulares de la institución.

Con la revolución digital de las últimas décadas, las nuevas herramientas de las TIC han permitido la virtualización de todos estos contenidos de los museos y su colocación en manos de los internautas con enorme facilidad. Sin embargo, las instituciones han seguido con su carácter académico centrado en los textos. Aquí no quiero que se me malinterprete: el trabajo de investigación es fundamental para comprender todos los objetos del museo, tanto individualmente como en las relaciones que se establecen a todos los niveles; y es una labor absolutamente necesaria para sacar el mayor partido comunicativo. El problema que veo es que muchas instituciones culturales olvidan el trabajo de divulgación para todos los públicos, no sólo para los entendidos en la materia. Y ahí algunos museos todavía se centran en el texto como base de la relación de las obras y las colecciones con el público. Así pasa en la comunicación online, pero también en algunas exposiciones donde se le da mayor protagonismo a la lectura de las cartelas que las obras expuestas.

Por eso hay que recordar que los museos son imágenes. Pertenecemos a un mundo profundamente visual, pero no nos damos cuenta del enorme poder comunicativo de las imágenes. Además, según muchos estudios, los internautas leen cada vez menos textos porque ha bajado el nivel de atención y concentración necesario para que haya una correcta comprensión lectora. Las imágenes también poseen una innegable capacidad de atracción, que puede ser usada para introducir conceptos e información.

Los museos poseen unas importantes colecciones de objetos de todo tipo: cuadros, fotografías, piezas domésticas, huesos, especies naturales, autómatas, películas…Frente otras áreas profesionales, tenemos la suerte de trabajar sobre este tipo de elementos, muchos de ellos con un poder estético evidente, un valor histórico visible o una singularidad que los convierte en únicos. ¿Por qué no utilizarlos más en todo tipo de elementos relacionados con la comunicación online?

Aquí van unos ejemplos:

Inspiraciones de Star Wars en la British Library

  • GIF.- Una pequeña animación dota de vida una obra estática, vista de forma aburrida por muchos internautas. Además, tiene mucha capacidad de viralización, ya que se puede compartir mucho más que la reproducción de la obra original. Esto lo hemos visto en la Biblioteca Nacional de España.

Error 404 del Museo del Prado

  • Montajes.- Cualquier ocasión es excelente para hacer una modificación de una imagen digital de las obras propias. También se puede reaprovechar las construcciones hechas desde fuera de la institución. No importa si no se tienen nociones de manipulación de imágenes, basta con poner un texto para cambiar el significado de la obra y adaptarlo a nuestras necesidades. Así lo hace cada día la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando en sus Stories de Instagram, que ponen un toque de humor desde la primera hora del día.

Uno de los divertidos Stories de la RABASF

  • Web.- Aún hay algunos museos con webs que necesitan actualización, cuya apariencia viene marcada por textos casi en exclusividad. ¿Por qué no indicar cada uno de los apartados por imágenes propias de la institución, en la que las obras ilustren aquello que aparece después del clic? El Museu Nacional d’Art de Catalunya es un buen ejemplo de estas nuevas webs visuales.

Página web del Museu Nacional d’Art de Catalunya

Estos son cinco ejemplos del potencial en la utilización de las imágenes de los museos en todo tipo de herramientas de internet, desde la web a la comunicación en redes sociales. Pero también se debe aplicar este afán que mezcla divulgación con entretenimiento en las áreas físicas del museo (material impreso, exposiciones…) Así se podrá aumentar el atractivo de la institución y crear una coherencia en la comunicación global. ¿Se atreverán los museos a utilizar todo este imaginario?

 


 

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1 Comments

  1. Silvia el 18/03/2022 a las 12:24

    Muchas gracias por tu interesante e inspirador tu trabajo.
    Enhorabuena!

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