La proyección digital del museo postcovid
La pandemia de la COVID-19 ha acelerado los procesos de digitalización de los museos. Desde la recomendación de la compra de las entradas vía internet hasta la aparición de múltiples exposiciones virtuales. La vida del museo ha tenido que continuar de forma online, adecuándose a esta nueva realidad.
Y tiene que seguir así, con esa adaptación. Ya no por la amenaza de cierres temporales por la pandemia. También para llegar a todos los públicos, a esos visitantes virtuales que se acercan al museo, tanto desde las mismas salas de las exposiciones como desde un lejano país.
Por tanto, toca seguir construyendo un museo proyectado en lo digital, gracias a todas las herramientas disponibles internet.
Un apunte para los apocalípticos: recordemos que la digitalización del museo y sus contenidos no va en contra de la experiencia física de visita al edificio. Cuando está bien ejecutada enriquece la propia institución, dotándola de más recursos y posibilidades de experiencia, repercutiendo directamente en la experiencia de visita (física y/o virtual) del público.
Desde mi punto de vista, la proyección digital del museo tiene que encaminarse en siete aspectos: las exposiciones, los recursos educativos, la colección, la tienda, los eventos, las redes sociales y la cocreación de contenidos.
Exposiciones virtuales del museo
No todo el mundo puede entrar en un museo. Si alguien piensa que es por una cuestión económica, que busque más otras razones como la distancia a la institución en un mundo globalizado y la imposibilidad de acercarse a ella; o la existencia de un cupo limitado de público (no hace falta que sea ahora, con los aforos limitados), que hace que haya quien se quede fuera de las visitas.
Por tanto, el recurso de las exposiciones virtuales permite acceder a los internautas al objeto expuesto desde el otro lado de la pantalla, sin límite de tiempo ni horarios y sin necesidad de abrir el museo y sin tener que disponer de personal de vigilancia de las piezas.
Además, la naturaleza de las exposiciones virtuales posibilita la inclusión de herramientas digitales para hacer más atractivas y comprensibles las obras exhibidas. Se pueden añadir zooms a los detalles, enlaces a información, fotografías del pasado de la pieza o imágenes de los estudios de la restauración, para completar la exposición.
Porque hay muchas maneras de hacer exposiciones virtuales en los museos, no vale con limitarse a hacer la transposición de la fotografía de las salas para publicarla en una web, como hace el proyecto de Google Arts & Culture.
http://mosaicsdecultura.com/4-ideas-para-crear-una-expo-online/
A veces, no hace falta siquiera que exista una muestra real para crear una exposición virtual. La Virreina Centre de la Imatge de Barcelona publica periódicamente en su web exposiciones en línea.
Para realizar una exposición online hay que hacer una «sala digital propia» en la página web, una pantalla en la que navegar gracias a la interacción del usuario con todos los ítems táctiles a su disposición.
Ejemplos de ello están en la “Turner Collection” de la Tate de Londres o la exposición online “The legacy of the Ancient Palmyra” del Getty Research Institute de Los Ángeles.
Recursos educativos online del museo
Los museos se están enfrentando a un escenario terrible: la actividad educativa dentro del edificio se reduce hasta la práctica desaparición de las visitas escolares. También otros colectivos como los de educación de adultos, con miembros dentro de grupos de riesgo, evitan acercarse al museo.
En este contexto, la virtualización y la comunicación online es vital para la supervivencia del Departamento de Educación, en aquellas instituciones donde aparece esta sección en su organigrama interno.
Porque las escuelas, los institutos y las asociaciones que apuestan por la educación de adultos seguirán con la enseñanza habitual, pero sin poder salir de sus grupos burbuja en un entorno lo más controlado posible.
Además, les tocará adaptar las clases a entornos virtuales en momentos de confinamiento, como estamos viendo en las últimas semanas.
Por ejemplo, el Museo Cerralbo ha ofrecido los recursos educativos de que dispone en su Aula Didáctica, para que los profesores puedan adaptar en el aula los contenidos online del museo. También el Museo Nacional de Escultura de Valladolid ha creado un programa de encuentros virtuales «Conexiones», entre el museo y las aulas, profesores y alumnos. Y la Cidade da Cultura de Santiago de Compostela ha diseñado un programa de visitas didácticas por videoconferencia.
Así que toca facilitar el acceso a los recursos educativos de los museos a escuelas, institutos, familias, adultos, universitarios…Y hoy la mejor manera de hacerlo es online.
Por cierto: ¿este año se explicarán las obras de arte que entran en las Pruebas de Acceso a la Universidad desde los museos, a través de las herramientas online?
Colección digitalizada en abierto
Los museos siempre presumen de exponer una mínima parte de las obras de arte que conservan en sus almacenes. Sin embargo, todavía hay muchas instituciones que no muestran las piezas de sus colecciones en sus páginas web.
Un catálogo de la colección en abierto debería de ser obligatorio en las webs de los museos públicos, con fichas que contengan la información lo más completa posible. Y que permitan descargar libremente las imágenes en alta definición.
Un catálogo online disponible para todo el mundo completa el museo, ofrece su verdadera dimensión, con las piezas expuestas habitualmente y las que nunca se ven. Poder acceder a las obras de arte de forma online es fundamental para estudiantes, para investigadores y para amantes del arte.
Los catálogos online del Museu Nacional d’Art de Catalunya y de la colección del Museo del Prado son unos grandes ejemplos de los museos españoles.
Tiendas online de los museos
Las instituciones culturales de España con museo online son poco más de una década. Esto hace que, en el caso de que queramos comprar un objeto de un museo español sólo podamos desplazarnos hasta la ciudad y la calle en donde se ubica y entrar en el horario de apertura.
La existencia de una tienda online de museo en paralelo a la física posibilita que cualquier persona tenga acceso a la compra de un souvenir de la institución, desde cualquier lugar y a cualquier hora del día.
Este aspecto es importante, ya que cada vez más los museos tienen que apostar por un mayor porcentaje de autofinanciación. La tienda, por supuesto, tiene que funcionar dentro de este aporte económico. ¿De verdad la institución tiene que depender de una tienda física, ahora que además se ha reducido el número de visitantes, especialmente los turistas?
No hace falta ser un supermuseo para lograr tener una buena tienda online. El mejor ejemplo lo tenemos en el Museo Casa Lis de Salamanca, que integra la comunicación de los objetos de su tienda dentro de su estrategia de comunicación.
Eventos online de museos
Los museos son un gran epicentro de actos culturales. Además de sus exposiciones hay eventos como conferencias, visitas especializadas, cursos, talleres…Las nuevas medidas de seguridad motivadas por la pandemia han limitado o anulado todas las actividades anteriores.
Sin embargo, los eventos deben de continuar, en su forma virtual. Es posible contar con público online al otro lado, preparado para asistir a las actividades a las que solía acudir antes del estallido de este virus.
Por ejemplo, estoy seguro que la presentación de la exposición «Invitadas» comisariada por Carlos G. Navarro, fue vista por más gente por internet que por los que se encontraban físicamente en el auditorio del Museo del Prado.
Porque hay que continuar cuidando los vínculos con los asistentes más fieles y conseguir llegar a nuevos públicos más allá de los anteriores visitantes locales.
La realización virtual de los eventos, por tanto, permite que el museo siga ofreciendo sus actividades. Así, hasta el momento en que sea seguro volver al museo, en que se pueden plantear eventos físicos y eventos online en paralelo.
Redes Sociales de los museos
Se ha visto durante los días del confinamiento que la existencia de las redes sociales activas facilitó la comunicación entre museos e internautas.
Hay que seguir en esta línea de apuesta por reforzar las redes sociales como instrumento para difundir contenidos, escuchar a la gente, interactuar con los demás miembros del ecosistema digital e informar a los seguidores del museo, ya sean visitantes virtuales o físicos.
Cocreación de contenidos en el museo
Este es un punto fundamental para completar la virtualización del museo. La institución tiene que entender que es la conservadora de un legado en sus espacios, pero no es propietaria de los derechos de imagen de muchas obras de arte, producidas por autores muertos hace siglos.
Hay que sumarle a ello un ecosistema visual que ya es incontrolable, donde las fotografías y vídeos de las obras de los museos se van multiplicando exponencialmente. Por no hablar de los montajes y memes basados en las piezas de la colección.
Hay instituciones que saben la importancia de la cocreación de contenidos. El Museo Thyssen hace un concurso anual, Versiona Thyssen, basándose en la experiencia Rijksmuseum Award del Rijksmuseum, abierta a diseños originales a partir de las colecciones del arte de las entidades culturales.
También es cocreación el diseño de recorridos temáticos por parte de los visitantes para descubrir el museo; o realizar nuevas cartelas como sucedió en el Museo del Prado.
La necesaria virtualización del museo y del patrimonio
En resumen, el museo online y su virtualización han venido para quedarse. Quizá no es la solución ideal para los románticos de la cultura, pero hay que continuar trabajando en el proceso de digitalización, sin abandonar en ningún caso la experiencia física. Prueba de ello son las recientes actividades didácticas «Desperta el Patrimoni«, dirigidas por Patrimoni de la Generalitat de Catalunya con motivo de las Jornadas Europeas de Patrimonio. Se partía de la observación material del objeto artístico y de la arquitectura para captarlos con la técnica de fotogrametría. El objetivo: que los participantes colaboraran en la creación de modelos en 3D del patrimonio más cercano usando sus teléfonos móviles.
Porque, además, la digitalización puede sin duda beneficiar al museo en todas sus dimensiones, dotándolo de nuevos contenidos informativos y de novedosas formas de comunicación con su público.