La Colección BEEP en Ars Electronica Festival
Los días 5 y 9 de setiembre tendrá lugar la 40 edición del Ars Electronica Festival en Linz. En la ciudad austriaca se celebra la cita más importante del año dedicada a las expresiones más novedosas y experimentales del arte y las nuevas tecnologías.
Por segundo año consecutivo, el Festival de Ars Electronica ha llamado a la Colección BEEP de Arte Electrónico como la colección invitada al evento dedicado a la creatividad en torno al arte en nuevos medios.
La colección se presenta con cuatro obras, junto a las tres piezas de artistas emergentes que nacen de la colaboración con el Centro de Producción Independiente HANGAR y la New Art Foundation de Barcelona. Todas pretenden ilustrar el concepto de bioarte expandido: es decir, son piezas que son capaces de generar vida (electrónica) o comportarse en cierto modo como seres vivos, pese a su evidente naturaleza electrónica.
Se han seleccionado de los fondos de la Colección BEEP cuatro obras, de las cuales hay tres compradas recientemente. La clásica instalación Luci, sin nombre y sin memoria, de José Manuel Berenguer, compuesta por 64 luces, se armoniza con los ritmos lumínicos tomando como modelo a enjambres de luciérnagas asiáticas, que se adaptan a los cambios de iluminación que provocan los espectadores al entrar en la oscuridad de la sala.
Entre las nuevas compras, Aurelia 1 +Hz / proto viva generator de la artista eslovena Robertina Šebjanič, se reflexiona con la capacidad de supervivencia de la medusa, de la que se han descubierto algunas especies que se regeneran hasta poder hablar de inmortalidad. En la instalación se generan sonidos a partir del movimiento de medusas que flotan en un medio líquido: así se generan nuevos organismos sonoros surgidos de la combinación de un dispositivo electrónico con un ser vivo. O sea, se provoca el nacimiento de un organismo bio-cibernético, que podría competir en inmortalidad con la medusa, porque con su naturaleza digital no sabemos hasta dónde puede alargarse su vida.
The Wall of Gazes de los argentinos Mariano Sardón y Mariano Sigman, que obtuvo el Premio ARCO-BEEP de Arte Electrónico 2019, es una pantalla en la que va apareciendo un rostro. Los ojos del espectador que desvelan el retrato, ya que hay un dispositivo «eye tracker» que hace que, literalmente, la mirada del público genere las líneas que clarifican la imagen.
Eclipse II de la griega Félicie d’Estienne d’Orves es la última de las nuevas obras de la Colección BEEP de Arte Electrónico. Se trata de una instalación lumínica en la que una pantalla circular suspendida se inspira en fenómenos astrofísicos, recreando rotaciones cíclicas y efectos luminosos hipnóticos.
Por su parte, las obras que representan al Centro de Producción Independiente HANGAR y que fueron realizadas en colaboración con la Colección BEEP de Arte Electrónico son: PsyCHO TRance//K-Hole del alemán Kenneth Dow, Paintball Techniques del argentino Patricio Rivera y Post-window de la colombiana Lina Bautista y el mexicano Iván Paz.
“Nuestra propuesta expositiva» afirma Vicente Matallana, director de la Colección BEEP de Arte Electrónico, «establece un concepto expandido de bioarte, que cuestiona el papel del ser humano en el planeta y su interacción con el entorno, tanto próximo como lejano, tanto terrestre y acuático como cósmico”. Esperemos que en el Ars Electrónica de Linz las obras cumplan con creces estas expectativas.
La grandeza de la Colección BEEP de Arte Electrónico, tanto en su calidad como en número de piezas, permite que parte de sus obras se expongan fuera del gran evento de Ars Electrónica de Linz. Así, en Palma de Mallorca en el centro cultural Es Baluard se propone Un diálogo entre la Colección de Es Baluard y la Colección BEEP de Arte Electrónico en la exposición Faces.
Anteriormente, coincidiendo con la Mobile Week que se organiza en paralelo al Mobile World Congress en Barcelona, muchas de las piezas de la colección se pudieron ver en la exposición Nuestra sencilla relación con la tecnología.
En definitiva, la Colección BEEP de Arte Electrónico, que tiene su sede en Reus y que ya fue expuesta en su ciudad de acogida, ha vuelto a demostrar que la apuesta por el arte genera interés más allá de nuestras fronteras.
Y que el arte, que ha servido históricamente para intentar acercarnos al mundo que nos rodea, también debe utilizar los habituales medios tecnológicos para representar más que nunca al arte de nuestro tiempo.