Los museos españoles en los videojuegos Animal Crossing y Minecraft
Desde hace años se utilizan los videojuegos como recurso educativo. No me refiero a esos juegos que ya se han diseñado directamente como una herramienta pedagógica. Hablo, por supuesto, de videojuegos comerciales que los profesores han sabido utilizar como un elemento para aportar los conocimientos curriculares de las materias.
Algunos museos, por su parte, también tienen presente que los videojuegos pueden convertirse en un aliado para explicar las instituciones y sus colecciones. Especialmente, en aquellos públicos que utilizan habitualmente estos artículos de entretenimiento audiovisual.
Y, atención, no se trata de sólo unos adolescentes pegados a la pantalla, sino que las medias de edad de los usuarios de videojuegos son cada vez más altas. Según las estadísticas, la franja mayoritaria de jugadores se sitúa entre los 25 y 34 años.
Nubla, el videojuego del Museo Thyssen-Bornemisza
Por ejemplo, en 2015 el Museo Thyssen-Bornemisza lanzó Nubla, un videojuego donde el protagonista se sumerge en los cuadros del museo madrileño. Para su realización, el equipo pedagógico de la institución tuvo un enorme peso, ya que se lo consideró como un producto educativo más del museo.
Años después, algunos museos (pocos, lamentablemente) siguen preocupándose por conectar con nuevos públicos introduciéndose en los videojuegos más populares. Es decir, aquellos que se juegan online, en universos virtuales donde se puede participar de diversas maneras: desde con una simple observación o paseo hasta la interactividad con los artículos de estos mundos.
El Museo Thyssen en Animal Crossing
La aparición del videojuego de Nintendo Switch Animal Crossing: New Horizons en primavera de 2020 también tuvo su repercusión en el mundo de los museos. Por ejemplo, el MET Museum de Nueva York puso a disposición de los jugadores de las obras de arte de su colección, para que cada uno de ellos pueda exhibirlas en una galería propia.
Por su parte, el Museo Thyssen-Bornemisza creó a finales de 2020 una isla en el universo de Animal Crossing. Como pasa con las demás instituciones culturales presentes en el juego, los participantes pueden descargar y guardar una selección de piezas propuestas por la pinacoteca usando los códigos QR.
Además, han subido vídeos al juego que explican cómo es el museo, los artistas representados y las obras que se pueden escoger.
El Museu de les Aigües en Minecraft
También en diciembre de 2020 el Museu de les Aigües de la Fundació Agbar decidió apostar por uno de los videojuegos más populares. En este caso, del juego de construcción online Minecraft.
Se plantea una actividad educativa en el mundo Minecraft accediendo a través del Minecraft Education Edition. En el espacio virtual del juego de bloques se ha replicado el edificio de la antigua fábrica modernista que diseñó el arquitecto Josep Amargós i Samaranch entre 1905 y 1909 en Cornellá, hoy sede del Museu de les Aigües.
Los jugadores tienen que recorrer el edificio y su entorno, hablar con los personajes y cumplir con un objetivo: el de proteger la biodiversidad y renaturalizar el espacio del Museu. Para ello, tienen que realizar diversas acciones como la cría de especies autóctonas y dar refugio y cuidados a la fauna amenazada.
Conectar con nuevos públicos gracias al videojuego
Además de estas aventuras online en que los museos se adentran en los videojuegos para llegar a un nuevo público, también hay quien se atreve a crear otras fórmulas virtuales que combinan entretenimiento del usuario y descubrimiento del patrimonio de la institución. Por ejemplo, con los scape room del museo, de los que hablaré en un próximo artículo.
En definitiva, los nuevos videojuegos como Minecraft o Animal Crossing permiten incluir nuevos mundos virtuales donde ubicar espacios propios de los museos. Son lugares online en los que, a través del juego y la interacción, se puede introducir la historia y la colección de las instituciones culturales a nuevos usuarios.