Oswald el falsificador: una vida auténtica
“Yo soy el protagonista de toda esta historia”
Estas palabras las dice Oswald Aulestia Bach hacia el final de la película Oswald- El falsificador. Y realmente atina, ya que el cineasta Kike Maíllo nos expone la vida de este pintor que se acabó convirtiendo en el mayor falsificador de arte de España.
El origen de la película y la «Operación artista»
El director de cine ganador de un premio Goya, Kike Maíllo, comenta en los primeros segundos de la película que su idea inicial era la de crear un film con una historia de falsificación y engaño. Fue cuando comenzó a investigar sobre el tema que descubrió que en 2000 se produjo una de las mayores operaciones contra el mercado de las falsificaciones de arte en Europa, la “Operación artista«. En ella colaboraron los Carabinieri italianos, los Mossos d’Esquadra de Catalunya y el FBI norteamericano. En el centro de la trama había un español que se encargaba de realizar nuevas pinturas siguiendo el estilo de Dalí, Miró o Picasso. Pero casi nadie sabía nada de él.
Es en ese momento cuando Kike Maíllo necesita iniciar la búsqueda de Oswald Aulestia Bach, hasta encontrarlo y quedarse fascinado con su vida.
Oswald, una vida de película
La historia de Oswald Aulestia está ligada a la supervivencia de su protagonista. Así, su primera gran peripecia es la huida de España a partir de un encontronazo con un guardia civil durante el tardofranquismo. Se escapó por la frontera de Francia, vestido como un turista que había pasado un día de pesca en el país vecino. Su destino fue Italia, donde su padre, el artista de cierto mérito Salvador Aulestia estaba disfrutando de una etapa de éxito profesional.
Para seguir sobreviviendo, Oswald se convierte en un estafador. Nadie lo conocía y, como venía de España, se hace pasar por el marido de una amante de Joan Miró. Como no, acompañado de una obra gráfica del artista surrealista que quería vender por despecho y para supuestamente vengarse de su mujer. Evidentemente, los dibujos habían sido creados por Oswald.
Fotografía de Filmin
Falsificar arte para disfrutar de la vida
En Italia Oswald se convierte en representante de su padre y ambos viven a todo tren, pagados por una multinacional. Pero su padre abandona el proyecto -en la película abundan el extraordinario motivo- y es difícil recuperar el modo de vida que tenía.
La primera idea es la de ser el falsificador de su padre, de Salvador Aulestia. A partir de ahí, su carrera como falsificador no para de crecer. Son los clientes los que demandan a qué artista contemporáneo hay que falsificar.
Lo más auténtico de la película: el provocador Oswald
Oswald. El falsificador es una película conversacional, donde el artista narra su increíble vida en paseos por Milán, Venecia y Barcelona, en terrazas de cafeterías, en sobremesas en las que deja ojipláticos a Kike Maíllo y al resto de su equipo de rodaje. En estas conversaciones, Oswald demuestra que ha sido un bohemio y un bon vivant: “la vida hay que saberla vivir”.
Pero también fue un provocador, amparado por el éxito económico: “el dinero le permite ser lo que quiera”, afirma. De hecho, explica que coqueteó con los famosos de Hollywood, que lo invitaban a sus mansiones para que crease en ellas unas originales intervenciones artísticas donde jugaba con lo exagerado y escandaloso.
El resto de personas que conocen a Oswlad y que aparecen en el documental recalcan esta capacidad de maravillar del protagonista de esta historia, su aura de seductor y su necesidad de convertirse en el centro de atención en cada momento.
Fotografía de Filmin
Conocer el mercado del arte falsificado desde dentro
La película documental Oswald, el falsificador es una extraordinaria manera de conocer cómo funcionan las estructuras del mercado del arte falsificado, aunque no sea lo más importante de la película. (En este sentido, el documental de Netflix Made You Look: Una historia real sobre arte falsificado se adentra más en el proceso de la venta de falsificaciones).
Una historia real sobre el arte falsificado, documental de Netflix
Por un lado, el falsificador y los galeristas encargados de poner en juego las piezas falsas; por otro, los investigadores de los cuerpos especiales de patrimonio, que intentan acabar con este mercado ilegal.
De hecho, en el momento en que se grababa el documental hay una investigación sobre venta de arte falsificado en Estados Unidos. En eBay se movían decenas de piezas falsificadas que llamaron la atención a las autoridades. ¿Y quién las había creado? Oswald Aulestia. Y eso merecería otro capítulo.
Recordad: “Yo soy el protagonista de toda esta historia”.
Documental Oswald. El falsificador. Dirigida por Kike Maíllo
En Filmin y en cines desde el 30 de setiembre de 2022.