Los museos ante la bajada del alcance orgánico de Facebook

¿Eres el responsable de la cuenta de un museo o institucional y has observado cómo se ha reducido el alcance en Facebook e Instagram en los últimos meses? Tranquilo, no es un problema de tu manera de trabajar, sino que la plataforma de Marc Zuckerberg ha decidido darle una nueva vuelta a su negocio: aunque ya venía avisando, en este 2018 los perfiles profesionales en Instagram y las páginas en Facebook se vuelven casi invisibles cuando colgamos algo con normalidad. De hecho, en el VII Encuentro sobre Redes Sociales en Museos y Centros de Arte del Musac se comentó que algunos estudios hablan de que el alcance orgánico actual de una página de Facebook no llega al 3%. Por lo tanto, si queremos que nuestras publicaciones lleguen a más gente, no queda más remedio que pagar a los dueños de Facebook.

Entonces, ¿qué hacemos ahora con nuestras páginas de Facebook? Desde luego, no se puede abandonar esta red (y si ya lo has hecho, siempre puedes recuperar una cuenta de Facebook), porque seguro que hemos invertido mucho trabajo y además hay muchos seguidores que esperan las publicaciones habituales de nuestra institución cultural. Pero sí que hay que pensar en una nueva estrategia, lo que implica en primer lugar elaborarla desde la realidad actual y tomársela en serio.

Con todo, propongo estas acciones:

-Mostrar las RRSS.- Si los perfiles de nuestras redes no aparecen a los seguidores, tenemos que enseñárselas en todos los lugares posibles a los internautas, tanto online como offline. Todas las herramientas online (web, aplicaciones, otras redes sociales, blog, publicidad en internet…) son espacios ideales para colocar los perfiles de redes sociales del museo y sus etiquetas principales. Pero también hay que ponerlas en los entornos físicos fijos (paredes de la institución, paneles de las exposiciones, cartelas, cartelismo publicitario…) y en los elementos de papelería (entradas, trípticos, mapas de la institución, carteles…).

-Seguir con contenidos originales y de calidad.- Hay que continuar explicando aquello que hace única a la institución cultural y llevarlo a todos los públicos. Lo ideal es crear campañas que sean fáciles de compartir. Si es el momento de escoger un nuevo trabajador, ten en cuenta que, además de saber cómo se usan las redes sociales desde una un punto de vista profesional, debe tener la formación cualificada en el tema que compete al museo. Además, lo mejor es que este trabajador se pase el máximo del tiempo dentro de la institución para conocer la actualidad de la entidad.

-Implicar a los prescriptores culturales.- Los blogueros, tuiteros e instagramers del mundo de la cultura ponen su foco a diario en museos e instituciones afines, ofreciendo su mirada personal de sus noticias y sus exposiciones. Pero, ¿por qué el museo no puede llamar la atención de ellos invitándoles a convocatorias exclusivas especialmente diseñadas para ellos? Seguro que de ahí salen nuevas publicaciones externas que hablen del museo. Por otro lado, si existe un presupuesto destinado a comprar contenido promocionado, ¿por qué no se puede utilizar ese dinero para que estos prescriptores escriban en sus redes sobre la institución y compartan los contenidos de las perfiles y páginas del museo?

Como se puede apreciar, aunque el cambio de algoritmo de Facebook reduzca la visibilidad de algunas de las redes sociales del museo, hay posibilidad de encontrar nuevas soluciones para que los seguidores sigan teniendo noticias de la institución. ¿Serán capaces de implementar algunas de estas?

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