La Biblioteca Nacional y La Peste
Las personas que nos hemos formado en disciplinas humanísticas tenemos claro por qué una institución cultural tiene que conservar determinados objetos de una época pasada. Para aquellos que no están familiarizados con museos, archivos o bibliotecas es más difícil entender qué hace una entidad cultural atesorando viejos manuscritos, libros antiguos, piedras de otras épocas o piezas de un arte incomprensible.
Esta brecha que existe entre las instituciones culturales y público se debe fundamentalmente a que muchas de las primeras se han limitado a su tarea de custodia y exposición de materiales; pero no han sabido acercarse a la ciudadanía a través de los objetos de su colección y exposiciones.
Desde hace unas temporadas (prefiero usar este término televisivo) hay una institución cultural española que está conectando en redes sociales con el público no especializado. Se trata de la Biblioteca Nacional de España, que acoge entre sus paredes una cantidad ingente de documentos históricos provenientes de los últimos siglos. Estos libros, manuscritos, dibujos, mapas, fotografías, etc hablan de personajes, sucesos y lugares desde la antigüedad hasta la actualidad. Y la Biblioteca Nacional de España ha hecho algo muy inteligente: hablar de muchos fenómenos de nuestros días en Twitter utilizando todos los documentos posibles de sus fondos para elaborar un discurso con contenidos interesantes. En este sentido hay que destacar cómo han presentado las piezas de su catálogo en Twitter en paralelo a la emisión de la serie de “El Ministerio del Tiempo”, aprovechando el hashtag de cada capítulo. Los propios profesionales de la Biblioteca Nacional de España expusieron en una conferencia los espectaculares datos que habían conseguido al mostrarse a esta audiencia social.
Ahora lo han vuelto a hacer: la Biblioteca Nacional de España ha aprovechado la repercusión que ha tenido la serie de La Peste para mostrarnos la profunda documentación de su catálogo. Para quién no haya tenido noticia de esta serie, La Peste desarrolla su acción en la fastuosa Sevilla del S. XVI en una de las frecuentes epidemias que diezmaban a la ciudad. El 12 de enero se estrenaba esta esperada producción televisiva y el perfil de Twitter de la Biblioteca Nacional de España utilizó la etiqueta de #LaPeste -Trending Topic en España durante más de 3 horas- para volcar en esta red social todos los contenidos relacionados con la serie: las vistas de Sevilla en los siglos XVI y XVII, los edificios visibles en los capítulos, los personajes célebres que vivían en aquella bulliciosa urbe, los modos sociales de la época, los ciudadanos ilustres muertos por la peste e incluso los tratados que ofrecían respuestas y remedios para combatir unas epidemias bastante más frecuentes de lo que pensamos.
Además, para cerrar la semana, la BNE publica un artículo en su blog los documentos de sus archivos que se refieren a la desastrosa plaga de peste que asoló Sevilla en 1649. Según los datos conocidos, prácticamente la mitad de la población murió afectada por esa enfermedad. Tal fue el impacto en lo demográfico, económico e incluso mental, que la que era la urbe más rica del mundo conocido, a cuyo puerto llegaba directamente el oro de América, no consiguió recuperar su fortuna.
En resumen, una institución tan importante como la Biblioteca Nacional de España aprovecha las herramientas a su alcance para introducir los contenidos propios en relación con el fenómeno audiovisual del momento. Un nuevo acierto de este organismo para acceder a nuevas audiencias y nuevos públicos. Y así demostrar que la conservación de un gran número de documentos históricos tiene una utilidad para el presente de todos los ciudadanos.