ChatGPT en instituciones culturales

Confirmado: el 2023 es el año del ChatGPT como base de las inteligencias artificiales que han llegado para quedarse. Si en el segundo semestre de 2022 saltó a la palestra informativa herramientas como Dall-E, la llegada de estas herramientas no hará sino incrementarse con nuevas y variadas opciones.

¿Cómo se podría usar ChatGPT en las instituciones culturales?

Se podría usar en beneficio de los profesionales del museo y las instituciones culturales, pero esto tendría espacio en otro momento. Porque, como no, este recurso ayudaría a adelantar trabajo de textos que después se pueden revisar por el responsable de turno en la redacción.

Sin embargo, hay determinados funcionamientos de esta herramienta que pueden hablar de cómo está posicionada la institución.

Si esta inteligencia artificial se nutre de conversaciones y de contenidos abiertos hasta 2021, según explica la propia herramienta, ¿cuántos contenidos de nuestro museo están a disposición de este recurso? (y de todos los públicos, no sólo una inteligencia artificial).

La Inteligencia Artificial como buscador

Mientras todos nos estamos volviendo locos usando este programa, se está detectando una sustitución de la barra de Google por el ChatGPT. Hay algunos usuarios están probando la validez de las respuestas de la inteligencia artificial, incluso creyendo que es una mejor respuesta que la que podría encontrar en los buscadores más famosos.

En este sentido, Microsoft está desarrollando una inteligencia artificial propia para su barra de búsqueda de Bing. En tanto, Google tendrá que ponerse las pilas para crear su propia AI para competir con esta herramienta y usando los billones de datos que maneja.

Los museos frente a las posibilidades de ChatGPT

¿Y qué deben de hacer los museos en este ecosistema en que los usuarios están abalanzándose sobre ChatGPT? Pues lo que deberían estar haciendo en los últimos 20 años en que la gente busca información en Google, descubre museos en las redes sociales y comenta sus experiencias a sus comunidades online.

Esto es, el museo tiene que seguir siendo un generador de contenidos (de calidad), tanto los propios como los ajenos.

El museo como generador de contenidos de calidad

El museo y la institución cultural deben tener una web actualizada, con la información que necesita el usuario online y físico. Y mientras, tiene que crear actividades en el museo, que acaben apareciendo en las noticias online de la prensa tradicional y digital. Pero también tiene que mirar a los influencers, cuidar a la comunidad que usa las redes sociales cuando va al museo. Y, por descontado, no debe de descuidar las publicaciones en papel y las investigaciones académicas.

Todos estos datos, en forma de noticias, post de blogs, vídeos de YouTube, publicaciones en redes sociales…las leen las inteligencias artificiales y ordenan esa información. Si un museo no está en las (buenas) conversaciones, en los listados de TripAdvisor, en los artículos digitales o en las webs, entonces no aparecerá en aquellas respuestas sobre las instituciones más importantes, o las que hay que visitar, o no se generarán respuestas concretas a las preguntas más precisas.

Alimentar a ChatGPT desde el ecosistema digital del museo

Al final, con toda la tecnología en continuo avance, el museo tiene que seguir animando el ecosistema digital, ofrecer contenidos renovados con cierta periodicidad y permitir que los visitantes y gente que participa en sus actividades comparta su experiencia en redes. Todo esto, como afirmo, tiene que acompañarse con nuevas actividades, que hagan ver que el museo es un espacio vivo, de y para la comunidad. Así la Inteligencia Artificial verá mucha, mucha información y datos para ver la importancia del museo.

Y el museo saldrá ganando siempre en estos usos de los chats.

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