50 Mujeres en el arte para descubrir

“50 intrépidas creadoras que inspiraron al mundo”. Esta frase acompaña en la portada al título Mujeres en el arte, el libro ilustrado de Rachel Ignotofsky. Esta escritora e ilustradora estadounidense se presenta en el libro afirmando que tiene la esperanza de que su trabajo ayude a difundir su mensaje sobre el feminismo.

Rachel Ignotofsky, después de publicar otros ejemplares sobre la historia de las mujeres, Mujeres de ciencia y Mujeres en el deporte, en las que selecciona a 50 mujeres de estos ámbitos, hace lo propio con el mundo del arte.

Mujeres en el arte Libro Rachel Ignotofsky
Rachel Ignotofsky, Mujeres en el arte

La ilustración al servicio del arte

En Mujeres en el arte, de Capitán Swing, cada artista se presenta a doble página.

En un lado, un texto compila una breve biografía vital y artística de la creadora. En el otro, Rachel Ignotofsky dibuja a la artista rodeada de sus principales creaciones, con un diseño actual de sus obras más reconocidas. Porque no hay fotografías de sus piezas, todo pasa por la ilustración y el dibujo.

También hay espacio para un marco en el que se apuntan algunos de los hechos principales de la vida de las artistas, junto con menciones de sus obras más emblemáticas.

50 mujeres creadoras de todo el planeta

La autora hace una selección de 50 creadoras, no siempre venidas del ámbito del arte. Por ejemplo, introduce en el selecto listado a ilustradoras como Beatrix Potter; a arquitectas de la talla de Zaha Hadid; a compositoras como la influyente Wendy Carlos; a diseñadoras gráficas que deberían tener más reconocimiento como Paula Scher, autora del logo de Windows y de muchas más compañías mundiales; diseñadoras industriales del renombre de Belle Kogan…

Mary Edmonia Lewis, escultora en Mujeres en el Arte

Dentro del mundo de las Bellas Artes, no sólo trata a escultoras (Louise Bourgeois, Augusta Savage) o pintoras (Tarsilia do Amaral, Rosa Bonheur) sino que pone el foco en otras autoras de las mal llamadas “artes menores” o “artes decorativas”. De esta forma, pasan por las páginas artistas textiles como Harriet Powers, ceramistas como Nampeyo o fotógrafas y cineastas.

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Sobre el listado de 50 mujeres elegidas para Mujeres en el arte, hay que reconocer que son pocas las famosas y muy conocidas para el público. Están en la selección artistas como Frida Kahlo, la antes citada Louise Bourgeois, Georgia O’Keefe o Tamara de Lempicka. Pero ha dejado de este volumen algunas creadoras muy célebres como Artemisia Gentileschi, Sonia Delaunay, Yoko Ono o Camille Claudel.

Con todo, se recorre casi mil años de creatividad femenina a lo largo del mundo, desde la poeta y pintora china Guan Daosheng (1262-1319) hasta la escultora, diseñadora y arquitecta estadounidense Maya Lin, nacida en 1959.

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Mujeres artistas del ámbito norteamericano

También hay que reseñar que este libro está realizado desde Estados Unidos y ese contexto influye en la selección de artistas y el mensaje que se quiere transmitir. Por ejemplo, hay un peso de las artistas estadounidenses y latinoamericanas. Si el libro fuera europeo, seguro que habría tenido más repercusión el trabajo de más artistas francesas, italianas, inglesas o españolas (de estas últimas no hay referencias a autoras como Luisa Roldán, Maruja Mallo, Carmen Laffon, Rosario Weiss…).

La perspectiva norteamericana aporta un punto de vista muy interesante: el de los valores del indigenismo y la pertenencia a comunidades marginalizadas, como los negros de Estados Unidos.

Nampeyo Mujeres en el arte Libro ilustrado
Nampeyo, artista indígena en Mujeres en el arte

En el caso de las primeras, se recuerda a figuras como Nampeyo, una nativa americana que recuperó la cerámica tradicional de los indios hopi. A partir del dominio de las antiguas técnicas alfareras y decorativas comenzó a trabajar con sus propios dibujos y cenefas. En cuanto a las segundas, se explica la importancia de Harriet Powers en el bordado de colchas que contaban con imágenes las tradiciones orales de la Biblia y de la comunidad de antiguos esclavos negros en el sur de Estados Unidos.

Por otro lado, esta exposición de lo étnico y lo racial desde una perspectiva estadounidense ayuda a contrar en muchos casos una doble discriminación: la de ser mujer y la de ser negra. Así se ve en los ejemplos de Augusta Savage, que fue becada en 1923 para estudiar arte en París. Cuando vieron su color de piel, le denegaron la plaza.

Las menciones al poder del arte para combatir las injusticias sociales de la segregación racial son constantes en los ejemplos de muchas autoras de Mujeres en el arte.

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Herramientas para contextualizar el arte de las mujeres

Entre todas las fichas de las mujeres artistas, existen herramientas visuales que ayudan a comprender el papel olvidado de las artistas mujeres. Para ello, se expone una línea cronológica en la que se exhiben los logros del arte femenino en la Historia del Arte general. Porque no nos damos cuenta de que la hemos convertido (hasta hoy) en la Historia del Arte de los hombres, expulsando a las mujeres creadoras que ha habido.

Por otro lado, hay datos que corroboran la desigualdad. La diferencia entre las obras de arte de las subastas, donde las más caras son, con mucha diferencia, las de los artistas hombres. O como las Guerrilla Girls avisan de que, mientras en el MET de Nueva York la casi totalidad de los desnudos expuestos son de mujeres, sólo una mínima parte de las obras están firmadas por creadoras.

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Para saber más sobre arte de las mujeres

El libro ilustrado de Mujeres en el arte es la herramienta perfecta para introducirse en el arte feminista.

Son 50 artistas para iniciarse, pero al final del libro se incluye la bibliografía, la webgrafía, las películas e incluso las estadísticas a las que tuvo acceso la ilustradora Rachel Ignotofsky para documentarse.

En definitiva, se trata de un libro para descubrir los referentes de mujeres en el arte y así rellenar muchos vacíos que todavía existen en la línea oficial de la Historia del Arte.


Mujeres en el arte, libro ilustrado de Rachel Ignotofsky en Capitán Swing.

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