Una Rosa para el Prado
Durante la Semana del Orgullo el Museo del Prado colgó algunos contenidos del año 2017. En ellos se promovía un recorrido histórico por la diversidad sexual para tener una mirada diferente de las colecciones. Se trataba de un itinerario expositivo comisariado por Carlos G. Navarro y Álvaro Perdices; y un vídeo con la conferencia del primero, titulada Hacer visible lo invisible.
Seguro que la institución no se esperaba que el ilustrador Luis Pastor se fijase en una de las obras que se exponían en estos materiales: un hermoso retrato de la majestuosa cabeza de un león. Se trata de El Cid de la pintora francesa Rosa Bonheur, pintado en 1879.
“Le pregunté a Carlos G. Navarro si alguien se había dejado ese cuadro, que no me sonaba. Y él me dijo que era del museo”, comenta Luis Pastor. “Y le pregunté que cuántas mujeres había expuestas en la parte del siglo XIX”. La respuesta fue que ninguna. Luis Pastor comenzó entonces a reivindicar la presencia de esta autora, con todo el derecho, en las paredes del museo con su fantástico cuadro de El Cid.
Para quien no lo conozca todavía, Luis Pastor lleva creando desde hace tiempo varios hilos en Twitter en los que divulga la cantidad de mujeres artistas importantes que no conocemos. Por supuesto, Rosa Bonehur tiene su lugar en esta serie. La pintora se convirtió en una de las artistas más importantes de su tiempo. Fue conocida ante todo por su capacidad de pintar animales, tanto mansos como salvajes, a los que se atrevía a pintar en vivo.
Su reconocimiento profesional le valió ser elegida por una clientela muy selecta, como reyes y reinas. Consiguió las más altas condecoraciones y medallas de varios países. Si como pintora era extraordinaria, su vida privada fue asombrosa y rupturista, avanzando muchos derechos para la mujer: obtuvo un permiso oficial para llevar pantalones (algo prohibido en su época) para poder pintar con comodidad. Y tuvo relaciones sentimentales con otras mujeres, nombrando a su segunda pareja, la también pintora Anna Elizabeth Klumpke, heredera de su fortuna y su legado.
Como la excelente pintora que fue, Rosa Bonheur está representada en las salas de los grandes museos del mundo, como el Musée d’Orsay de París, el Metropolitan de Nueva York o la National Gallery de Londres. En el Museo del Prado su cuadro de El Cid, donado por el marchante de la pintora a la institución madrileña en 1879, el mismo año que fue terminado, está incomprensiblemente guardado.
Si en otras pinacotecas podemos ver la calidad de los cuadros de Rosa Bonheur, ¿por qué permanece escondido El Cid de la artista francesa en los almacenes del Museo del Prado?, pensó Luis Pastor. Así que comenzó su campaña para que el museo madrileño sacara de su escondite el cuadro del león.
En primer lugar, había que explicar quién era Rosa Bonheur, para lo que recuperó el hilo de Twitter que le dedicó a la pintora en diciembre de 2017. Después, explicar porqué este cuadro es importante y cómo se puede convertir en un referente esencial para el gran arte producido por mujeres. Twitter permite realizar menciones y crear publicaciones que, cuando son interesantes, se comparten con facilidad. El Museo del Prado se enteró seguro -aunque no comentase nada- ya que a la iniciativa se fueron sumando más tuiteros.
El 9 de julio nacía la etiqueta #UnaRosaParaElPrado, que es la que más éxito ha tenido para ilustrar esta campaña liderada por Luis Pastor. Los montajes reivindicativos fluían por el Twtitter cultural. Bernini recuperó una fotografía en la que se observaba el cuadro de El Cid de Bonheur colgado en una sala del Museo del Prado.
En la parte mediática, El Barroquista habló de la reivindicación en el programa de la Radio Galega Galicia por diante (en este enlace, a partir del minuto 40), explicando por qué no se conocen más mujeres artistas y reclamando la presencia de obras de calidad de autoras en las salas de los museos.
Y llegó el momento más emotivo, cuando Luis Pastor creó un cuento dibujado en su perfil de Twitter en el que una niña va de visita al Museo del Prado, pero ve que no tiene referentes femeninos. Este hilo fue compartido más de 500 veces y fue el impulso definitivo para dar el último paso. A raíz de él, algunos tuiteros escribieron un correo electrónico del Museo del Prado indicando el poderío de la historia de Luis Pastor, y pidiendo la exhibición de El Cid de Rosa Bonheur.
El Museo del Prado contestó al día siguiente a estas personas: “en relación a su correo, le comunicamos que ha sido transmitido a la correspondiente área de Conservación, desde donde se nos responde que la obra de Rosa Bonheur se expondrá”.
No sabemos cuándo será esa fecha en la que El Cid se muestre ante el público, ni para cuánto tiempo. Pero es todo un éxito que una institución tan importante responda a las exigencias de la comunidad. Para Luis Pastor es un nuevo hito después de conseguir que el Museo Lázaro Galdiano colocase la identificación correcta de un retrato del escultor Auguste Rodin.
El siguiente paso, según anuncia también por Twitter, es que un cuadro de Angélica Kaufman salga de los almacenes del Museo del Prado al espacio de exposiciones.