Por qué el Benidorm Fest es bueno para la cultura

El Benidorm Fest es la apuesta de RTVE para escoger la canción e intérprete que representará al ente español en el Festival de Eurovisión de 2022.

Después de probar varios métodos de selección en las últimas décadas que se han reflejado en malos puestos en el festival, parece que Televisión Española ha decidido mirar hacia Italia para encontrar el camino.

Italia estuvo sin participar entre 1998 y 2010 y decidió volver en 2011 a los escenarios eurovisivos. La apuesta era clara: la canción que representase a Italia saldría del Festival de la Canción de San Remo, como se había hecho con regularidad entre 1956 y 1966. Los buenos resultados, con cuatro podiums en diez años, les han dado la razón al decidirse por este formato.

Y ahora, RTVE recupera ese modelo de San Remo, resucitando el Festival de Benidorm en forma de Benidorm Fest. Además, han invitado a grupos y cantantes de varios estilos y generaciones para que presenten sus propuestas.

Benidorm Fest Eurovisión España 2022

4 razones por las que el Benidorm Fest es bueno para la cultura

De momento, sea quien sea la representación para la gala de Eurovisión en Turín 2022, el Benidorm Fest está siendo un éxito. Y es bueno para la cultura -no solo la musical- por estas razones:

1. Por la diversidad de estilos de la música

Por el escenario del Benidorm Fest 2022 han pasado estilos tan diversos como el indie, el pop, la canción melódica, el urbano…Además, se han encontrado en el cartel diferentes generaciones con propuestas que van desde las Azúcar Moreno a las voces modificadas con autotune (aunque Luna Ki se haya borrado) pasando por la actualización de los sonidos de las pandeireteiras de Tanxugueiras.

A cada espectador del Festival le podrá gustar más un estilo que otro, pero en la variedad está el gusto y hay muchas músicas representadas sin que se haya colado ningún freak. Nada que ver con las canciones planas de otros años con las que buena parte de la audiencia no podía identificarse.

2. Por la puesta en escena de las canciones

Por fin se ha creado un escenario monumental a imitación del que nos asombra en cada edición de Eurovisión. Se acabó el presentar a los intérpretes en un plató de Prado del Rey que lo mismo sirve para un programa matinal que para un debate político.

Además, hay que agradecer que cada candidata ha seleccionado un completo equipo de profesionales para la puesta en escena: diseñadores de vestuario, coreógrafos, escenógrafos, maquilladoras…todo para crear un espectáculo visual que, en algunas actuaciones, incluso tiene un significado que refuerza la performance.

Por ejemplo, Rigoberta Bandini y sus acompañantes llevan vestuarios del diseñador Joan Ros Garrofé. Las prendas están cortadas a láser, recordando a los tapetes; mientras, el vestido de la alter ego de Paula Ribó contiene palabras de su canción Ay mamá.

Otros ejemplos están en la construcción de la torre púlpito de Rayden; o en el vestuario de Tanxugueiras, con evocación a la cultura gallega que se refuerza en el uso de joyería tradicional de Galicia.

3. Por la tecnología al servicio del espectáculo

El trabajo de los equipos de iluminación y efectos sobre el escenario están siendo excepcionales. Casi todas las actuaciones tienen este uso dramático de las luces para acompañar cada uno de los momentos climáticos de las canciones. Desde luego, una interpretación como la de Blanca Paloma no habría causado la misma sensación si no pudiera emplear todos estos efectos lumínicos.

Por supuesto, tenemos que hablar de todas las pantallas que completan la escenografía. Tanto las del suelo del escenario como las que están detrás de los intérpretes. En ellas se proyectan las imágenes necesarias para darle forma visual a las interpretaciones, tal y cómo se viene haciendo desde hace más de una década en Eurovisión por el resto de paises.

Por último, no se puede hablar de tecnología sin recordar lo importante que es la selección de planos de las cámaras. El cómo se mueve la cámara, cómo se abre el plano, cómo se cambia de punto de vista es fundamental para que funcione la canción como espectáculo en las casas de los telespectadores.

4. Por la importancia de la comunicación y la viralidad

El Benidorm Fest ha aprendido la lección de Italia y su Festival de San Remo. Hoy nos movemos en un mundo hiperconectado, con redes de seguidores interesados en un tema de nicho, como es el caso de Eurovisión.

Así, los eurofans del continente están atentos a todas las novedades que giran no sólo en torno a los interpretes de la gala final europea, sino en la selección de candidatos de cada país. Esto ya se está contemplando con el Benidorm Fest, sobre el que han puesto los ojos decenas de eruofans reaccionando y valorando las canciones españolas.

Tener un proceso de selección “largo” ayuda a que se hable de los representantes desde meses antes de la actuación en Eurovisión. Y permite observar qué funciona en las performances y qué se puede cambiar para mejorar ante un púbico continental.

La importancia de tener buenos profesionales de la cultura y del espectáculo.

Por estos motivos, conviene que se repitan eventos de espectáculos musicales como el Benidorm Fest. Es una cita para ver el trabajo de los creativos que giran necesariamente alrededor de los y las intérpretes. Y, cómo no, una cantera para los nuevos profesionales de los espectáculos audiovisuales de todo tipo, ahora que están tan de moda los festivales de luces y los videomappings.

En este sentido, volvamos a la actuación de Rigoberta Bandini. Son dos profesores del BAU Centro Universitario de Diseño de Barcelona los que se han encargado del vestuario y de la bola del mundo con pezón, esa última realizada por la diseñadora gráfica Marina Salazar con la ayuda de alumnos y alumnas de la escuela.

Marina Salazar Teticentrismo Rigoberta Bandini
Teticentrismo, diseño de Marina Salazar
Imagen de la web de Marina Salazar No queda tinte

Por otro lado, un evento como el Benidorm Fest ayuda a entender que la cultura tiene mucho de coral: se necesita combinar las mejores ideas gracias a la colaboración de los mejores profesionales de cada ámbito. En este caso lo estamos viendo en las actuaciones musicales en directo, pero es así para sacar adelante buenas películas, buenas exposiciones o libros bien maquetados. La cultura no se hace casi nunca de manera individual.

En el Benidorm Fest se ha buscado el desarrollo de las mejores ideas para que impacten en el espectador, sobre todo el que está al otro lado de la pantalla, pero también el que puede disfrutar en el plató.

En definitiva, el Benidorm Fest ofrece una imagen de competitividad profesional de la cultura audiovisual de España dentro del contexto europeo. Si antes las representaciones estaban a la altura, en el mejor de los casos y con todos los respetos, de una gala de Tu cada me suena, ahora se ha cambiado el chip: ya se ha alcanzado el nivel de los países que ganan en Europa.

Además, se ayuda de una red de comunicación y prescriptores que muestran el trabajo de todos estos profesionales del espectáculo y exportan las músicas diversas de España por todo el mundo, gracias a perfiles sociales, canales de Twtich y canales de YouTube.

Ojalá RTVE consolide esta propuesta para las siguientes ediciones. Y ojalá que las televisiones, administraciones públicas y entidades privadas puedan encontrar en el Benidorm Fest algunas enseñanzas que aportar a otros sectores de la cultura, tan necesitados de una buena promoción internacional.

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