La postal entra en el Museu d’Història de Catalunya
El Museu d’Història de Catalunya examina en la exposición Espero una postal la importancia de esta forma de comunicación por correo que fue muy popular hasta hace poco más de una década.
La institución de Barcelona expone cientos de postales de colecciones particulares y las combina con objetos que se conservan en los depósitos. Todo para poder ilustrar la evolución de la postal y el recorrido temático que abarca en toda su larga -y todavía duradera- vida.
La postal, un souvenir popular ilustrado
La exposición explica que la postal es un invento de Austria. En ese país se decidió poner en circulación en 1869 una tarjeta, que al principio no tenía ninguna ilustración, en la que se podían escribir mensajes cortos en abierto. Como no iba ensobrado, el franqueo era más económico que el de las cartas.
Este nueva fórmula de comunicación postal fue aceptada por los demás países y poco a poco se fue enriqueciendo. Pero lo que más triunfó fue la posibilidad de incluir una fotografía o ilustración en uno de sus lados. Esto lo convirtió en el souvenir por excelencia.
En la exposición del Museu d’Història de Catalunya se muestran cartas que vienen de centros turísticos de todo tipo: santuarios, sitios de veraneo en la playa, villas de montaña en la que se practican deportes de invierno desde hace décadas…Y siempre acompañados de objetos de la colección del museo, y aun de otras colecciones particulares, que permiten hacer una pincelada histórica de las vacaciones de hace un siglo.
El móvil mató a la postal
Uno de los discursos de la exposición es el de la pérdida de importancia de la postal como elemento de comunicación. Durante más de un siglo era un recuerdo para una persona querida, un gesto que incluía escritura de un texto personal en el dorso de una imagen escogida. En cambio, hoy las redes sociales (especialmente el Whatsapp) con su inmediatez han retirado a las postales.
Crear una postal personalizada en el museo
Sin embargo, no estamos tan alejados del mundo en el que se producían y enviaban las postales. La necesidad de generar imágenes personalizadas para los nuestros que podemos hacer de una manera sencilla a través de nuestros móviles también tiene su paralelo en la historia de las postales. En Espero una postal se explica cómo desde el siglo XVIII los nobles se intercambiaban retratos en forma de pequeñas miniaturas sobre marfil o cristal. Cuando se generaliza la fotografía en la segunda mitad del siglo XIX y con la aparición de la postal, los retratos pueden viajar con este nuevo formato.
En la exposición del Museu d’Història de Catalunya han creado un photocall en medio de las salas de la muestra. Se trata de crear una selfie, a modo de la gente que se retrataba ante aquellos fondos pomposos e imaginarios de los antiguos estudios fotográficos. En una especie de atril creado para la ocasión se anima a dejar el móvil para hacer un selfie y etiquetarnos con el hashtag #MhistoriaCAT y/o mencionando al @mhistoriacat. ¡Es una manera genial de descubrir que no estamos tan lejos de nuestros antepasados que pagaban por tener una postal personalizada!
Enviar una postal desde el museo, ¡en 2023!
La exposición se cierra con una sala en la que puedes hacer una actividad que se traslada más allá de los muros de la exposición. Porque puedes seleccionar de un clásico aparador una de las postales que reproducen algunas de la exposición. ¡Y se pueden escribir y enviar a través de un buzón que hay a la entrada de la sala!
Sin duda, la exposición de Espero una postal es una muy buena oportunidad para disfrutar del Museu d’Història de Catalunya gracias a las acciones que han planteado para el visitante.
Exposición Espero una postal.
En el Museu d’Història de Catalunya en Barcelona hasta el 26 de febrero de 2023.