La pintura de Joan Ponç en La Pedrera
La Fundació Catalunya La Pedrera ejemplifica a las instituciones que mantienen un trato cercano con los prescriptores culturales. Las convocatorias de bloggers y demás comunicadores culturales son habituales para presentar las exposiciones que están en curso en el maravilloso edificio modernista de Antoni Gaudí. Incluso invitan a los prescriptores culturales a otros eventos. Así sucedió con el mapping de las fiestas de la Mercé, que celebraba en la fachada sinuosa de La Pedrera el 10 aniversario del equipamiento de Món Sant Benet, perteneciente a la Fundació Catalunya La Pedrera. Para esa ocasión los comunicadores tuvieron la oportunidad de observar en un lugar privilegiado el desarrollo del fantástico mapping Los colores de la tierra. Las publicaciones de la proyección se pueden seguir en las redes sociales con la etiqueta #colorsterra.
La presente exposición de Joan Ponç. Diábolo también ha contado con su correspondiente visita para prescriptores culturales. Como siempre sucede en esta institución barcelonesa, la comisaria de la muestra se encargó de guiarnos a través de la retrospectiva del artista catalán Joan Ponç (1928-1984). Coincide que su comisaria, Pilar Parcerisas, es especialista en la figura de este pintor y ofrece una nueva visión de este importante artista. Tal y como explicó, en esta exposición se da importancia a otras épocas creativas de Joan Ponç. El artista catalán se conoces sobre todo por su obra de la posguerra, en la que se vincula al grupo de Dau al Set y a personalidades como Antoni Tàpies, Joan Brossa o Juan Eduardo Cirlot. Frente a esta época, la exposición de Diábolo abre el foco a otros momentos creativos, totalmente alejados del famoso grupo. Joan Ponç desarrolló a lo largo de su carrera un imaginario único e inclasificable, pero siempre vinculado a los géneros clásicos de la pintura, como el bodegón o el retrato.
La exposición de La Pedrera se ordena de forma cronológica, por lo que podemos apreciar las diferentes fases creativas de Joan Ponç. Tras su paso por Dau al Set Joan Ponç se atreve con su propia visión de la pintura metafísica, analiza diversos elementos en sus nocturnidades, se recrea en las formas más puras a través de sus geometrías del ser y llena los cuadros de luz en sus iridiscencias. Al final de su vida vuelve a las figuras oníricas, con una obra llena de fantasía y plena de su imaginario más clásico.
En definitiva, Joan Ponç Diábolo permite conocer nuevas facetas del importante pintor catalán gracias a una nueva revisión de su producción artística. Y, como sucede en las últimas exposiciones, la Fundació Catalunya La Pedrera ha invitado a los influencers y comunicadores culturales a disfrutar de una visita privada para descubrir la nueva visión de este maestro gracias a los nuevos análisis de una de las mayores expertas en la figura de Joan Ponç. La exposición estará abierta hasta el 4 de febrero.