Grandes restauraciones de etiqueta
En el último mes hemos tenido dos grandes reincorporaciones a la lista del patrimonio artístico español. Después de años de minucioso trabajo en la restauración, con grandes profesionales que, al contrario de otras noticias tristemente virales, sí que saben qué hacen y cómo tienen que investigar, han vuelto a su esplendor dos obras únicas y extraordinarias de la Edad Media en España. Se trata del Pórtico de la Gloria de la catedral de Santiago de Compostela y de la Capilla de San Miguel del Monasterio de Pedralbes en Barcelona.
El Pórtico de la Gloria se construyó realmente como un conjunto arquitectónico que cerraba la catedral románica de Santiago de Compostela entre 1168 y 1188. Se distribuye en 3 alturas diferentes (cripta, nave y tribuna) enlazadas por un plan iconográfico homogéneo y un sistema constructivo ideado para salvar el fuerte desnivel del terreno a la vez que crear una fachada operativa para la catedral. Su parte más famosa se corresponde con la de la nave, decorada con unas esculturas que nos hablan de la Gloria divina. Su autor, el desconocido Maestro Mateo crea una obra escultórica excepcional del último Románico. Aunque algunos autores encuadran el Pórtico de la Gloria en el período denominado “Arte del 1200”, unas décadas que van del Románico al Gótico en el que se producen unas piezas de un naturalismo y volumen desconocidos en los siglos anteriores y posteriores.
Pues bien, el Pórtico de la Gloria se cerró los últimos 9 años para realizar una profunda restauración organizada desde la Fundación Barrié que incluye un ingente estudio de los materiales y pinturas. El Pórtico se hallaba en una situación crítica, con desprendimiento de materiales y presencia de humedades y otros mecanismos que acentuaban la degradación. Los restauradores han conseguido proteger el conjunto con una intervención moderna y respetuosa y el resultado es espectacular: cada figura queda resaltada como una auténtica obra de arte universal de una tremenda modernidad; y se ha recuperado el color de la capa del S. XVII, recordándonos que estos conjuntos medievales tenían un sentido cromático que hoy hemos perdido.
La segunda de las obras, la Capilla de San Miguel del Monasterio de Pedralbes de Barcelona, ha tenido menos repercusión mediática, aunque también se trata de una pieza de enorme calidad y una excepción en el panorama español. El pintor Ferrer Bassa decoró esta estancia para la abadesa de Pedralbes en 1346. Hay dos grandes innovaciones en esta pintura al fresco. Por un lado, el tema de los gozos de María y la Pasión de Cristo nos llevan desde el Gótico hacia el Renacimiento. Por otro, Ferrer Bassa aplica sus conocimientos de la pintura contemporánea de Giotto, con personajes que expresan sentimientos y espacios con sensación de tridimensionalidad. En este segundo punto está la gran singularidad de este conjunto.
Tanto la restauración del Pórtico de la Gloria como la Capilla de San Miguel del Monasterio de Pedralbes han tenido una presentación a la altura de sus merecimientos, con atenciones de representantes políticos y de la prensa (aunque las esculturas compostelanas han tenido mayor atención mediática). Sin embargo, sólo los responsables de una de estas obras han reconocido el poder de las redes sociales para poder hacer una identificación del conjunto mediante el uso de una adecuada etiqueta. Con el hashtag #MuralsDivins el Monasterio de Pedralbes ha agrupado las publicaciones relativas a la restauración de su capilla estrella y de la nueva exposición asociada a este espacio recuperado. Mientras, al otro lado de la península la Catedral de Santiago no ha puesto una etiqueta común para referirse a la creación del Maestro Mateo. Sí que lo ha hecho la Fundación Barrié, la responsable de su restauración, usando los hashtags #PórticoDaGloria y #PórticoDeLaGloria.
Estas dos espléndidas intervenciones, que además están atrayendo a nuevos visitantes que contemplarán una obra que no han visto todavía, merecen toda la atención. Están teniendo una visibilidad mediática y ahora toca que esa visibilidad recorra las redes, algo que ya se ha iniciado. ¿Por qué no facilitar entonces a los internautas una etiqueta para que la puedan asociar a sus fotos? Sería además la mejor manera de conocer el impacto de una restauración modélica y espectacular en las conversaciones de las redes sociales.
El Pórtico de la Gloria abrirá al público a partir de la festividad del Apóstol, el 25 de julio. ¿Tendrán preparada para entonces una etiqueta para poner a todas las fotos que se esperan?