Cultura segura. Planes culturales en Barcelona libres de coronavirus
En las últimas semanas han vuelto las restricciones de apertura de negocios y servicios y la recomendación de reducir la movilidad personal. El coronavirus no se ha marchado y necesitamos combatirlo de nuevo.
Desde el mundo de la cultura se ha lanzado un pequeño manifiesto #CulturaSegura, iniciado por la Unión de Músicos Profesionales. En el texto se recuerda que en los espacios culturales (museos, salas de teatro, cines, entre otros) no ha habido casos de contagio por coronavirus.
Que las medidas sanitarias de control de aforo, retirada de objetos manipulables o la creación de itinerarios dirigidos están funcionando, todas empleadas para convertir la experiencia cultural en plena y segura.
Los oasis culturales de Barcelona frente al coronavirus
En Barcelona algunas instituciones culturales han decidido resaltar sus espacios abiertos y naturales para atraer a los visitantes, tanto los habituales como a los que tendrán la suerte de conocer su arte por primera vez.
Ante las recomendaciones de quedarse en la ciudad condal para no extender los brotes de coronavirus por otros territorios, muchos barceloneses se atreverán a descubrir los monumentos y museos de su entorno. Además, por primera vez en muchas décadas, no hay turistas de otras latitudes que impidan acercarse con comodidad para ver las obras de Gaudí, los cuadros de Miró o todas las colecciones de arte y arquitectura que existen por Barcelona.
Como no, habrá muchos que prefieran espacios abiertos a entrar en un edificio cerrado, aunque garanticen la seguridad sanitaria a cada momento. Es por eso que hay algunas entidades culturales subrayan sus espacios exteriores como lugares en los que gozar de la cultura y de los entornos naturales.
Fundació Miró, un jardín para todos
La Fundació Miró siempre ha tenido muy presente la relación entre arte y naturaleza. El artista Joan Miró se había inspirado en el paisaje de su memoria y sus emociones, como son los de Mont-roig y Mallorca, que aparecen en su pintura.
Cuando se constituyó la Fundació Miró hace 45 años el artista y su amigo el arquitecto Josep Lluís Sert escogieron la ubicación en el Parc de Montjuïc para la sede de la institución.
La arquitectura racionalista de Sert se une a un espíritu mediterráneo que habla de las vivencias de Joan Miró. La arquitectura se integra en la naturaleza de la montaña barcelonesa, en un edificio con poca altura y terrazas. Y se abren patios en los que crecen olivos y algarrobos, árboles que pertenecen al paisaje vital y artístico de Joan Miró.
Ahora, en tiempos en los que buscamos espacios abiertos y verdes, en la Fundació Miró valoran más que nunca que el visitante se conecte tanto a la naturaleza que rodea y vive en su arquitectura como al arte de Joan Miró y de las exposiciones temporales.
Respirar modernismo en el Hospital de Sant Pau
El conjunto modernista más grande del mundo es el Hospital de Sant Pau de Barcelona, diseñado por el arquitecto Lluís Domènech i Montaner entre 1905 y 1930.
El proyecto original era el de una ciudad hospitalaria que cumplía los ideales de higienismo que se estaban difundiendo desde el último tercio del siglo XIX. Se trataba de un conjunto de pabellones hospitalarios aislados, rodeados de jardines. Cada edificio estaba decorado bellamente en el estilo modernista catalán.
Sin embargo, la idea era bastante ambiciosa y no llegó a completarse. “Solamente” se construyó una decena de edificios rodeados de 16.000 metros cuadrados de jardines.
Precisamente estas medidas higienistas, esta separación de la arquitectura modernista mediante jardines, el uso de espacios amplios y materiales constructivos fáciles de limpiar, es lo que permite visitar con seguridad hoy este recinto del Hospital de Sant Pau.
Como dicen en su reclamo: “Coge aire. Respira modernismo”.
Casa Vicens, un oasis seguro en Barcelona
La primera casa diseñada por Antoni Gaudí entre 1883 y 1885 fue un edificio para pasar los veranos de Barcelona alejado del calor del Eixample y la Ciutat Vella, poco aireados y nada conectados con la naturaleza. Así nació la Casa Vicens, que en sus inicios estaba aislada de la Vila de Gràcia y de todas las construcciones que acabaron por rodearla.
Pero los criterios arquitectónicos que la convertían en una casa fresca y aireada siguen presentes. Desde todos los elementos decorativos que hacen que parezca la naturaleza hecha edificio, como los motivos vegetales en paredes y techos; hasta los elementos arquitectónicos que permiten que se controle la incidencia de la luz del sol en el interior de la casa o las refrescantes corrientes de aire.
Todos estos motivos convierten a la Casa Vicens de Gaudí en un auténtico oasis en medio de la ciudad de Barcelona. Ideal para una experiencia estética libre de coronavirus.
Además, recientemente la Casa Vicens ha recibido el sello de Safe Tourism Certified otorgado por el Instituto de Calidad Turística Española. Es el primer museo o monumento de Barcelona con esta distinción que indica que la visita cumple todos los criterios sanitarios.
La hora mágica en el Monestir de Pedralbes
En la parte alta de la ciudad, al pie de la Sierra de la Collserola, se encuentra el Monasterio de Pedralbes. En 1326 la reina Elisenda de Montcada fundó este monasterio, retirado en su día de la ciudad de Barcelona.
El conjunto monástico destaca como uno de los mejores modelos del gótico catalán, especialmente en su iglesia y en su fastuoso claustro, considerado el claustro gótico más grande de Europa.
Para difundir el patrimonio y ofrecer un espacio de calma espiritual sin salir de la ciudad, el Monestir de Pedralbes abre las puertas de su claustro los martes y viernes de verano de 18 a 21h.
Tenéis hasta el martes 29 de setiembre para disfrutar de la Hora Mágica en el Monasterio de Pedralbes.
¿Con qué plan cultural te quedas para este verano en Barcelona? Ahora no hay excusa para los que quieran una zona verde en la que refrescarse de los calores húmedos de la capital catalana.