«Capilla Sixtina de» en los buscadores
“La Capilla Sixtina de” es ese latiguillo de presentación empleado por el periodismo para denominar aquellos espacios patrimoniales que tienen un denominador común. Alguien equipara la Capilla Sixtina con aquellos grandes conjuntos artísticos con paredes y o techos pintados, que pertenecen a varios estilos o momentos históricos -renacentistas, románicos, paleolíticos- y que se ubican en diferentes latitudes. Porque hasta existe una Capilla Sixtina del Amazonas.
Como bien describe José Luis Hoyas, “a juicio de sus autores, presentan unas características grandiosas. O que, al menos en su contexto, tienen una relevancia comparable a la que adquiere la estancia papal en relación a la Historia del Arte, al Vaticano, a la misma Roma o a la Iglesia católica”.
Parece, por tanto, que la auténtica Capilla Sixtina del Vaticano, aquella ejecutada por Michelangelo Buonarroti, es la medida de los grandiosos espacios pictóricos realizados directamente sobre la arquitectura.
La disciplina de la Sixtinología
Para este fenómeno de “la Capilla Sixtina de” mis compañeros José Luis Hoyas y Santos M. Mateos han creado una disciplina, la Sixtinología. Me enorgullezco de ejercer sacerdocio de esta Sixtinología con ellos, compartiendo con su respectiva etiqueta los constantes ejemplos que surgen en los titulares de prensa y en las publicaciones de las redes sociales.
No hay que hacer mucho esfuerzo para toparse con una nueva mención de “la Capilla Sixtina de», ya sea a un monumento habitual en esta adjetivación, ya sea uno que aparece como novedad en la larga lista.
Sobre esta teorización de la Sixtinología, recomiendo la lectura del artículo escrito por José Luis Hoyas.
La “Capilla Sixtina de”: la aceptación de un término asociado al patrimonio
Desde hace algún tiempo tengo una duda acerca de esta nomenclatura de “la Capilla Sixtina de”. Y es la de cuánto funciona la asociación del término con un monumento concreto.
Para ello, voy a abordar las búsquedas en Google de “la Capilla Sixtina de”. El volumen de búsquedas proporciona la medida de cómo ha sido aceptada esta etiqueta para un conjunto pictórico. Al menos para aquellas personas que escriben en el buscador más famoso sobre las múltiples Capillas Sixtinas.
La “Capilla Sixtina de” en Google
Por un lado, vamos a la barra de búsqueda de Google. Su función natural de autocompletar ofrece los términos más buscados antes de que acabemos de escribir las palabras que queremos encontrar en Google.
Así, si escribimos “Capilla Sixtina” se completa con términos como “extremeña”, “de Extremadura”, “valenciana”. Por supuesto, he eliminado los resultados relacionados con la auténtica obra de Miguel Ángel Buonarroti en el Vaticano.
Al poner “Capilla Sixtina de” se autocompleta con “Extremadura”, “Valencia”, “del románico”, “de Extremadura como llegar”, “Madrid”, “del Maestrazgo”.
En cuanto a la búsqueda de “Capilla Sixtina del” aparecen estos nombres en autocompletar: “románico”, “Vaticano”, “Maestrazgo”, “Románico León”, “Renacimiento gallego”, “Maestrat”, “arte rupestre”, “paleolítico”, “Amazonas”, “arte cuaternario”.
Vamos a ponernos más técnicos y a utilizar instrumentos más específicos. Usaré Ubersuggest, una herramienta que indica el volumen de búsquedas de palabras clave por países.
Como no, buscaré “Capilla Sixtina” en España, para que me devuelva los resultados de búsqueda más aproximados por mes asociados a búsquedas derivadas de la palabra clave en este país.
En primer lugar, aparece “Capilla Sixitina Extremadura”, con 1300 búsquedas. Le sigue “Capilla Sixtina Extremeña” con 720 por mes.
A continuación, con 390 búsquedas se cuelan la “Capilla Sixtina Valencia” y “Capilla Sixtina de Extremadura”. La “Capilla Sixtina Badajoz” se busca 260 veces al mes.
Sigue la “Capilla Sixtina Valenciana” con 320 búsquedas; “Capilla Sixtina de Madrid” y la “Capilla Sixtina de Badajoz”, ambas con 90.
Para la “Capilla Sixtina del románico” sólo hay 50 búsquedas. Se suman las 30 de la “Capilla Sixtina León” y las 20 búsquedas al mes de la “Capilla Sixtina Románico”.
Para la “Capilla Sixtina del arte rupestre” solo hay 20 búsquedas.
Y ojo a las últimas búsquedas derivadas de la de “Capilla Sixtina de”: son “Horario Capilla Sixtina Fuente del Arco”, con 40; “Donde está la Capilla Sixtina de Extremadura”, con 30.
Las “Capilla Sixtinas» más famosas no se buscan en Google
Desde hace años hemos leído el uso continuo de la figura retórica de “la Capilla Sixtina del Románico para el ciclo pictórico de San Isidoro de León; y la “Capilla Sixtina del paleolítico” para las fantásticas pinturas de Altamira.
Sin embargo, según los resultados de búsqueda de Google se confirma que no se tratan de términos que usen los internautas para acudir a la información de estos atractivos patriomoniales. Seguramente se busquen directamente por su nombre y todo lo asociado a él. De hecho, recurriendo a la herramienta de Key Word Surfer, que ofrece un volumen de búsqueda de los términos de Google, aunque menos preciso que Ubersuggest, este sería el volumen de búsqueda de estas palabras: “Altamira”, 49500; “cuevas de Altamira”, 27100; “San Isidoro de León”, 4400, etc. Mientras, para “Capilla Sixtina del Románico” y “Capilla Sixtina del Paleolítico”, Ubersuggest daba sólo 20 resultados.
Las «Capillas Sixtinas» más buscadas de Google
Evidentemente, son más populares los nombres de Altamira y San Isidoro de León, a los que la prensa y las campañas turísicas les adjetivan con la Sixtinología, que los conjuntos pictóricos de Extremadura o Valencia.
Así se entiende la gran cantidad de búsquedas de la “Capilla Sixtina de Valencia”, con sus búsquedas derivadas; y la de Extremadura, de la que incluso tenemos la búsqueda de los horarios de visita. Porque todavía es difícil recordar los nombres de la iglesia de San Nicolás de Valencia, con sus espectaculares pinturas que cubren toda la nave del templo. Y el de la ermita de Nuestra Señora del Ara de Fuente del Arco de la provincia de Badajoz, catalogada recientemente como Bien de Interés Cultural.
Para el resto de “Capillas Sixtinas de”, todavía necesitan algo más de trabajo por parte de gestores culturales, prensa, administraciones políticas y demás responsables para colocarlas en la lista de más buscadas en el Google.